El kiosco de venta de caramelos y bombones se emplaza en una calle abierta en un conocido centro comercial de Madrid. Se diseña para no solamente activar la calle como haría cualquier kiosco, sino para poder ser trasladado a otras futuras localizaciones y poder adaptarse a cualquier contexto en el que se instale. Un requisito fundamental fue proyectar una imagen tradicional de sus productos artesanales , que venden ya desde 1852.

Se eligió la forma octogonal para permitir ser muy flexible en su configuración y muy fácil de acercarse a admirar y comprar sus míticos productos. La estética del kiosco se toma de una combinación de los antiguos kioscos del S XIX de Madrid, pero sobre todo de la fachada de la tienda principal de la Pajarita, la bombonería más antigua de Madrid. Esa historia y su estética corporativa se ven reflejados en el kiosco, que hará de punto focal allá donde se instale y se quiera disfrutar de sus famosos productos, tan tradicionales de Madrid.

La reforma de 1000 m2 de un antiguo almacén de libros se transforma en el obrador de caramelos y bombones y museo privado de la bombonería la Pajarita, la más antigua de Madrid desde 1852. El proyecto se compone de multitud de pequeños proyectos: oficina, vestuarios, aparcamiento, zona de exposición, recreación de la tienda original y la fábrica en sí. La idea principal fue hacer en el corazón y la razón de ser del proyecto una nave simbólicamente decorada, dentro de la misma nave existente.

Esta nueva nave se diseña a modo de show kitchen, para controlar las condiciones en las que se tienen que fabricar los productos, y a la vez que desde el mismo museo los visitantes puedan observar cómo se fabrican los productos artesanales mientras degustan los productos, y viceversa; que los empleados que lo fabrican puedan ver desde sus puestos de trabajo los legados de la historia de la bombonería de hace más de 170 años.

Los locales, en distintos barrios del centro de Madrid, fueron autorizados para cambiarse a uso vivienda. Las viviendas resultantes tras la reforma son de techos altos, luminosas , y son también unas fantásticas oportunidades para vivir en el centro de la capital a un precio más asequible que en el resto de pisos de la zona .

Los márgenes de presupuesto y los espacios son muy ajustados por lo que un diseño creativo, cuidadoso y eficiente , así como una rápida ejecución, son fundamentales para el desarrollo del proyecto de viviendas dirigido principalmente a inversores y a jóvenes.

La nueva ordenación de una estación de tren libera un espacio de 250.000 m² para viviendas, oficinas, centros comerciales y educativos, parques y jardines. Las oficinas propuestas crean un nuevo cinturón alrededor de la nueva estación y los edificios residenciales se abren a las vistas al río y al sol.

El ambicioso proyecto se desarrolla en un recinto militar histórico del siglo XIX junto al río principal de la ciudad. Está compuesto de bloques contemporáneos de viviendas, colegios, hoteles y retail. Los edificios nuevos reorganizan y se integran en manzanas compuestas con los edificios de hace 200 años, otorgando al desarrollo un carácter único en el mundo, debido a los contrastes intencionales entre lo nuevo y lo antiguo.

El proyecto de 46.000 m² de centro comercial se sitúa a las afueras de la ciudad, junto a un río que desemboca en el mar. Los centros comerciales normalmente son cajas ciegas al exterior, pero en este caso la mayoría de las fachadas se cubren con edificios residenciales para aumentar la viabilidad del proyecto, hacer fachadas más atractivas al ciudadano y aumentar la presencia humana en las zonas aledañas al centro comercial que normalmente se encuentran vacías e infrautilizadas.

La forma triangular del solar permite elaborar un edificio con forma de L y con dientes de sierra para que todos los pisos tengan vistas panorámicas al mar y orientación sur en las zonas diurnas de los apartamentos. Los balcones y la altura del edificio incrementan según el bloque de viviendas se acerca más hacia el mar. La fachada recta a la calle se alinea con ella para integrarse aun más en el tejido urbano.

El presupuesto de 6.000 euros para esta vivienda de alquiler de corta estancia de 40 m² incluye desde los trámites legales de la reforma hasta a los accesorios enfocados para el alquiler vacacional. Esto es, incluyendo una decoración fresca y llamativa, cocina nueva, mobiliario, electricistas, carpinteros y pintores. El altillo-dormitorio también cuenta con estores móviles para tener más flexibilidad en el uso diario del Loft.